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La historia de un viaje contado por Lola Ferré.
-SERVICIOS DE VEGAMEDIA PRESS-
El pasado diciembre, una Delegación Municipal del Ayuntamiento de Molina de Segura viajó a los campamentos de refugiados saharauis con el objeto de conocer “in situ” su realidad socio-económica, cuantificar la futura ayuda humanitaria del consistorio y comprobar el estado de ejecución de los proyectos de cooperación que mantenemos en la zona. Esta delegación estuvo compuesta por representantes de las tres formaciones políticas del Ayuntamiento de Molina de Segura.
Por el Grupo Municipal Popular asistieron los concejales y concejalas Dori Molina, Sonia Carrillo, Vicente Fernández y Jesús Maeso. Por el Grupo Municipal Socialista, las concejalas María Adela García y Lola Ferre. Por Izquierda Unida asistió su coordinador en Molina, Chema Moreno .A esta delegación se sumaron también periodistas, concejales y funcionarios del Ayuntamiento de Lorca y Ricote, representantes de la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui de Molina y del Frente Polisario en Murcia.
Recién entrada la madrugada del día 2 aterrizamos en el aeropuerto militar de Tinduf. Próximos a esta ciudad argelina se encuentran los campamentos de refugiados saharauis distribuidos en cuatro asentamientos denominados wilayas:
Dajla, Auserd, Smara y El Aaiún. Pernoctamos en “27 de febrero”, la primera escuela para mujeres que lleva el nombre del día en que se proclamó la República Árabe Saharaui Democrática (R.A.S.D.). Fuimos acogidos por mujeres saharauis que nos hicieron nuestra primera ceremonia del té, después se repetiría durante todo el viaje y en varios momentos.
El ritual del té se hace en tres rondas, siendo el primer vaso amargo como la vida, el segundo dulce como el amor y el tercero suave como la muerte.La escuela “27 de febrero” se inauguró el 14 de noviembre de 1978, es todo un símbolo de ruptura con los prejuicios y discriminaciones que ataban a las mujeres saharauis, erigiéndose como imagen de libertad, igualdad, solidaridad y justicia social. Cada año asisten a esta escuela unas 300 mujeres que vienen con sus familias para seguir durante diez meses los diferentes proyectos educativos que se ofertan.
Es esencial el papel de la Unión de Mujeres Saharauis potenciando campañas educativas, culturales, de salud, etc.Cuando nos levantamos, a primera hora de la mañana, nos impresionó la imagen de este asentamiento que, a pesar de ser uno de los mejor dotados en infraestructuras y servicios, no deja de reflejar la realidad de escasez, provisionalidad y resignación de estos campamentos.
DAJLA (Villa Cisneros, o ad-Dajla en árabe: “la exterior”) Llegamos a Dajla el sábado, día 2, por la tarde. El camino desde “27 de febrero” es largo, solitario y peligroso, plagado de baches y barrancos. Tardamos un tiempo en encontrar un lugar para nuestra estancia. Finalmente, nos dieron morada en un albergue para huéspedes que denominan protocolo. En este lugar tomamos una de las dos duchas que nos dimos en el viaje, ¡ducharse es todo un privilegio!.
Molina de Segura está hermanada con el campamento de refugiados de Dajla. Según Saab, Delegado del Frente Polisario en Murcia, este campamento no alcanza los 20.000 habitantes.
Los asentamientos de población, sus construcciones, las infraestructuras, las condiciones de vida en general están orientadas a la provisionalidad. La población saharaui de los campamentos no puede dar una imagen de permanencia en los mismos ya que si la dieran sería el primer paso a renunciar a su país, es decir, a una causa por la que han estado luchando durante tres décadas. Lo primero en la vida de cada saharaui es su causa; la causa es la autodeterminación del pueblo saharaui.
El panorama de Dajla es más desolador que el del resto de campamentos porque es el más alejado de Tinduf, dispone de un menor número de infraestructuras, comunicaciones y servicios, y la pobreza de sus habitantes es mayor que en otros campamentos.
Un paisaje de arena de tono marrón rojizo, del suelo nacen frágiles moradas y del cielo un techo infinito de estrellas, guía a un pueblo que puso al sol y a la luna como testigos de un destino que sólo se puede abrir camino hacia la libertad.En este desierto, los niños y las niñas son el punto de alegría de un pueblo melancólico. De sus caras sólo irradia la belleza; de sus ojos negros y grandes como platos, la curiosidad. Habladores, educados, sonrientes, atentos, cariñosos, juguetones…, revolotean a tu alrededor pidiéndote caramelos, fotos o, simplemente, que juegues con ellos en las dunas.
Con el Gobernador de Dajla tuvimos la oportunidad de departir sobre los problemas sociales y económicos de los campamentos, especialmente, de la wilaya que él gobierna. Nos acompañó a las diferentes visitas que hicimos a la madraza, al centro de formación de mujeres y a los huertos.
El proyecto de los huertos familiares es uno de los más interesantes de Dajla. Según el Gobernador, este proyecto consiste en 300 huertos familiares que dan empleo a unas 1500 personas, permite el autoabastecimiento alimentario familiar, la alimentación del ganado y la venta de productos agrícolas en los mercados de los campamentos.
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La delegación municipal de Molina repartió una serie de ayudas económicas a las familias afectadas por las inundaciones de febrero para que pudieran reconstruir sus viviendas. Estas se repartieron a las familias más humildes, en algunas dairas (ayuntamientos) como la de Ain Beda, Um Draiga, etc. En las dairas fuimos recibidos por los alcaldes y los representantes de las familias afectadas.
Muro marroquí o del Sahara occidental
Son las diez de la mañana del día 4 de diciembre. Nos encontramos, en Rabuni, repostando y cogiendo provisiones. Vamos camino del Aaiun para ver el muro que los marroquíes construyeron para evitar que los saharauis penetraran en el Sahara occidental. El viaje al muro se nos hizo muy largo, no por la distancia, unos 200 kilómetros desde Dajla, sino porque los caminos están en mal estado y los jeeps iban sobrecargados.
Nuestra presencia, en las proximidades del muro, inquietó a los soldados marroquíes hasta el punto de que, en menos de media hora, aparecieron al menos una docena apuntándonos con sus armas.
El muro fue construido por Marruecos en 1983 con el objetivo de dejar fuera del alcance de los saharauis los territorios del Sahara occidental, ricos en minas de fosfatos y en pesca. Es un conjunto de ocho muros defensivos con una longitud de 2.500 kms. Esta plagado de minas, y fuertemente protegido por militares, radares y alambradas. Fuera del muro quedan los territorios liberados que están ocupados por el polisario.
Es mediodía. La visita al muro nos ha abierto el apetito. Montamos de nuevo en el jeep, y buscamos un área arbolada en el desierto para poder almorzar, charlar y disfrutar de nuevo de la ceremonia del té. Marcamos rumbo hacia el Polisario.
Visita a la Sede Central del Frente Polisario
En el Polisario nos recibió el Ministro de Economía. En una tertulia previa a la comida, nos explicó la situación socio – económica de los campamentos y algunos de los proyectos económicos que se están desarrollando.
El personal del Polisario nos ofreció también la posibilidad de ducharnos y asearnos antes de la comida. Oportunidad que no dejamos pasar porque las posibilidades de aseo en los campamentos son muy reducidas.
Nuestra estancia concluyó con una visita a sus macro – huertos y a las granjas de gallina. Estas últimas son líderes en la producción de huevo en África.Emprendimos la vuelta al campamento. Nuestras esperanzas estaban puestas en un descanso inminente cuando se nos comunica que tenemos que visitar al Primer Ministro Aad El Kader Taleb Omar. Con el ocaso, una puesta de sol preciosa en el horizonte, llegamos a su residencia.
Inevitablemente, la cuestión política del Sahara surge en la conversación que mantenemos con él. La cesión por parte del gobierno franquista de los territorios del Sahara (1975) a Marruecos y Mauritania les ha traído muchas complicaciones: una gran guerra, el exilio, pandemias y enfermedades, hambrunas y la promesa, por parte de la ONU, de un referéndum de autodeterminación que nunca tiene lugar porque siempre surge alguna complicación que dilata el proceso.
Asimismo, nos plantean que aunque saben que el pueblo español está con los saharauis, sin embargo, los diferentes gobiernos españoles han tenido una actitud pasiva con el Sahara. Como partidos políticos han defendido la liberación del pueblo saharaui pero cuando han llegado al poder han suavizado sus posiciones para no agriar las relaciones con Marruecos.
Me he dedicado a escuchar cada testimonio en este viaje. Una de las obligaciones del político es precisamente la de escuchar a la ciudadanía, hacerse eco de sus necesidades y demandas y después darle la solución más óptima.
Pienso, a título personal, que la cuestión del Sahara no se ha resuelto en todo esto tiempo porque las políticas internacionales que se han implementado no han puesto como centro de las mismas a las personas, es decir, al pueblo saharaui. Han prevalecido otro tipo de intereses económicos, militares, geo – estratégicos, migratorios o de otro tipo que, finalmente, siempre han desplazado al pueblo saharaui del centro a la periferia de la acción política internacional. Sin duda, treinta años de destierro forzoso son muchos para cualquier pueblo, para el saharaui también. Apelo a un compromiso internacional y, a ser posible con el acuerdo de ambas partes, para una resolución justa y digna de la cuestión saharaui.
Auserd, Smara y El Aaiún
A comienzos de semana nos llevaron a Auserd. Allí nos alojaron en casa de los familiares del Delegado. Esta vivienda es parecida a otras en las que estuvimos. La casa es de adobe, tiene una planta rectangular, con dos habitaciones de invitados, una cocina, una letrina y un patio anterior y, al lado, hay una jaima que se suele utilizar como sala de estar.
Con esta familia, especialmente, con sus mujeres –después de la cena – compartíamos fiesta, música, bailes y conversación. En estos encuentros, el intercambio cultural fue una constante. Aprendimos un silbido que es un grito de alegría “ezkharit” muy parecido al grito vasco “irrintzi”. Finalmente, a las chicas nos vistieron con el traje típico – la melfa – .
Nos sorprendieron con una gran fiesta en las dunas del desierto. Para ello, montaron una gran jaima que disponía de todo lo necesario para pasar una noche amena. De esta noche, lo mejor era pasear por las dunas bajo la luz de la luna.
En este mismo lugar, al día siguiente, le regalaron un camello a cada Ayuntamiento – al de Molina y al de Lorca – .
En el próximo Pleno se decidirá el destino de este bello animal.
Mis compañeros y compañeras estuvieron en Smara visitando el hospital central. La que suscribe este artículo enfermó, lo que me valió para conocer a uno de los famosos médicos “cubanitos” en el hospital de Auserd. En los campamentos, le dicen “cubanitos” a los saharauis que estudian una carrera universitaria en Cuba y vuelve para ejercerla allí.
Devolvimos la visita a la Ministra de Cultura, que estuvo hace unos meses en Molina. Con ella, tuvimos la ocasión de hablar sobre la situación de la mujer saharaui. En los campamentos se puede comprobar como la organización de los mismos está prácticamente en manos de mujeres. La mayor parte de los refugiados de estos campamentos son mujeres, personas mayores, niñas y niños. Esto se debe a que la mayoría de hombres no vive en los campamentos, están en el ejercito o trabajando fuera.
Una descripción breve de la mujer saharaui sería la de una persona de belleza impecable, amable, hospitalaria, curiosa, responsable, divertida, polifacética, de actividad intensa que, al cabo del día, se ocupa del hogar, de su trabajo, de la religión y de la comunidad.
Dentro del mundo femenino árabe, la mujer saharaui está más liberada que otras mujeres de otros países árabes, aún así todavía le queda un largo trecho para alcanzar la igualdad formal y real dentro de su propia sociedad. A raíz de una serie de entrevistas con algunas de ellas, confesaron que la situación política del Sahara la perciben con resignación, aunque no pierden la esperanza de recuperar algún día su tierra.De camino al campamento del Aaiún paramos en el hospital de leprosos. Este proyectó está financiado de forma exclusiva por el Ayuntamiento de Molina. En breve, cuando este completo de todos los materiales, será inaugurado.
Aprendimos a divisar los campamentos. Cuando en pleno desierto, en el que sólo ves arena, el horizonte y poco más, y de repente comienzas a ver basura, poco después a pastores pastoreando ganados de cabras, ovejas y camellos, sabes que al final terminarás viendo las casitas de adobe y las jaimas que te indican que acabas de llegar a un nuevo campamento, en este caso El Aaiún.
En este lugar, con un cielo estrellado como techo, nos despedimos del Sahara, de sus gentes, de estos días entrañables que nos sirvieron para interiorizar la realidad saharaui, tomar conciencia y adquirir un compromiso solidario para una mejor cooperación al desarrollo de nuestro Municipio con respecto a estos campamentos de refugiados.
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