Más de medio siglo dedicada a realizar un trabajo profesional y versátil, que abarcó la comunicación social, la filosofía, el arte y la cultura, esta mujer ha dejado un legado invaluable que hace de ella una autoridad en el ámbito periodístico
Por Yanet Beltré / El Caribe
Pionera. Doña María Ugarte fue la primera mujer que entró en la redacción de un diario en el país. Al recordar la experiencia, narra que sus compañeros de entonces no cesaban de verle con cara de asombro. “No era periodista, pero quería demostrar que podía hacer el trabajo”, recuerda.
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A la calidad humana de doña María Ugarte se suman -con sus 93 años cumplidos- la lucidez de sus pensamientos y la riqueza de sus conocimientos, los cuales ha sabido traspasar a lo largo de toda una vida al pueblo dominicano.
Y es que por más de cinco décadas doña María se desempeñó en áreas diversas como el periodismo, literatura, historia y filosofía, siendo el periódico El Caribe la cuna donde descubrió sus dones periodísticos.
Para reconocer el trabajo, la dedicación y los aportes que durante 52 años realizó la dama en beneficio de este diario, ayer Multimedios del Caribe le tributó un cálido homenaje, donde la emoción y la satisfacción del deber cumplido salió a flor de piel de la periodista y literata.
Al ser entrevistada por el director de El Caribe, Manuel Quiroz, durante el almuerzo semanal de Multimedios del Caribe, dentro del programa “En ruta a los 60 años de este diario”, doña María definió el ejercicio periodístico de estos tiempos como “tecnificado y frío”, donde en todo hecho falta un toque de alma y sentimiento, aunque reconoce que se va por buen camino.
“A mí me gustaba más el periodismo de antes, pero yo no dejo de reconocer que tengo 93 años, que ya para mí, cosas como las computadoras son casi un misterio, y que hay tantas y tantas cosas que la tecnología ha hecho. Ahora, creo que se va por el buen camino, pero falta algo de sentido humano”, sostuvo Ugarte.
Aseguró que lo que se está ganando en la eficiencia tecnológica se está perdiendo en sentimientos humanos. “Yo leía con más gusto los periódicos de antes que los de ahora, pero naturalmente, insisto, hoy a los 93 años no se puede pensar como los que tienen 30 o 40 años. Es imposible”, sostiene.
También abogó porque los hombres y mujeres que se dedican al periodismo conserven la ética, la moral, la sinceridad y la lealtad por encima de todas las circunstancias que les rodean, al considerar que las personas tienen que mantenerse siempre ante todo como ser humano y pasar sin mancharse. Indicó que el periodismo es el espejo donde se reflejan los intereses de la gente, por lo que entiende debe premiar todas esas cualidades.
“Que se haga o no se haga no se lo puedo decir, pero creo que antes se hacía más que ahora. Pero eso es una opinión mía, que vivo alejada de todo”, explicó Ugarte.
Dijo que a pesar de que lleva más de cinco años alejada del ejercicio cree que el periodismo está hecho por hombres y mujeres y que deben respetar una serie de valores para que su trabajo sea algo digno y que pueda influir en el mundo de hoy de manera positiva.
Trayectoria.
Doña María relató sus vivencias en el periódico El Caribe, donde dio sus primeros pasos como redactora en abril de 1948. Llegó a ser ayudante del jefe de redacción, directora del Suplemento Cultural y directora de Suplementos.
A excepción de un intermedio por asuntos personales, se mantuvo laborando para El Caribe hasta el año 2000, cuando ella misma pidió su jubilación.
Durante su conversación con el director de El Caribe, doña María recordó su primera asignación como periodista. “Me enviaron a cubrir un crimen en Villa Juana, muy lejos. Nada de llevar fotógrafo ni carrito. Había que ir a pie y sólo con la libretita de apuntes.
Llegué al lugar, me encontré con una escena violenta: dos mujeres tiradas en el suelo, se habían matado mutuamente por un hombre, en fin, hice mi crónica y la entregué”, recuerda.
Ugarte calificó aquello como una prueba por parte del entonces director de El Caribe, Stanley Ross, para ver si era o no capaz, ya que el periodista tiene que desenvolverse en todos los medios.
“Pero luego de eso realicé trabajos culturales, exposiciones, conciertos y, naturalmente, lo principal de todo, que en ese momento fue cuando me dieron la Página Escolar”, lo que constituyó un gran éxito para mi carrera”.Iniciativa. En 1948, doña María motiva a un grupo de jóvenes escritores a publicar sus poemas en la Página Escolar del periódico.
Entre ellos: Lupo Hernández Rueda, Víctor Villegas, Máximo Avilés Blonda, Abelardo Vicioso, Ramón Cifré Navarro y otros, quienes luego adoptaron el nombre de la “Generación del 48”.
“Tuve mucha suerte, me encontré con esos talentos. Personas que han llegado a ser verdaderos poetas.
Hicimos una columna que todos los jóvenes buscaban. De ahí salió la Generación del 48, que fue una generación de importancia que ha hecho historia dentro de la literatura dominicana. Esos fueron mis tres primeros años aquí”, recordó doña María en tono satisfactorio.
Primera reportera en un diario nacional
Doña María Ugarte fue la primera mujer que entraba en la redacción de un periódico como reportera. Cuenta que en sus inicios en la redacción de El Caribe todos eran hombres, que la miraban con cara de asombro.
“Era una mujer joven, con 32 años. No estaba preparada en periodismo y no era periodista, pero quería demostrar que podía hacer el trabajo”, cuenta.
”Yo me enamoré del periodismo y desde entonces mi vida la pasé ahí. Durante los 15 años que permanecí fuera por asuntos personales, seguí a El Caribe, porque nunca pude dejarlo”.
Al recibir la placa de reconocimiento por su larga trayectoria en este diario, doña María agradeció el gesto de hacerla participe de la celebración de los 60 años de fundación de este matutino. “Gracias por haberme traído aquí.
El llegar aquí es llegar a mi casa de antes, a pesar de que se ha embellecido mucho, pero sigue siendo El Caribe, que es parte de mi vida”, expresó visiblemente emocionada. “Pienso que me he alejado de esto.
Hubo una época en que yo decía que para mí era tanto El Caribe. Hubo momentos, poco después de abandonar el ejercicio por mi edad, angustiosos.
Es por eso que hoy me siento plenamente feliz de ver que he vuelto a mi casa y que me han recibido como lo han hecho. Que ha sido algo sorprendente y emocionante. Han dicho cosas que realmente son demasiado bellas para mí”, manifestó.
PARADIGMA
En un discurso pronunciado en el acto de reconocimiento a doña María Ugarte, el director de El Caribe, Manuel A. Quiroz, ponderó las cualidades personales y profesionales de la veterana periodista. Recordó que tuvo en ella un estímulo para sobrellevar los tiempos difíciles en el ejercicio, y resaltó que siempre fue para él
un paradigma de la ética y la integridad.
Testimonio vivo del exilio español en suelo criollo
Doña María Ugarte nació en Segovia, España, el 22 de febrero de 1914. Estudio Filosofía y Letras en la Universidad Central de Madrid, y se especializó en Ciencias Históricas.
Allí permaneció como profesora ayudante de la cátedra de Historia Contemporánea de España, que dirigía Pío Zabala y Lera hasta que la sorprendió la guerra civil Española.
En 1939 logró salir de su país hacia Santo Domingo, donde llega en 1940, después de un peregrinaje a través de la península ibérica y Francia.
Ya aquí, su trato con los escritores Vicente Llorens, Jesús de Galíndez, Eugenio Fernández Granell, este último pintor, escritor y músico, y artistas e intelectuales como José Vela Zannetti, Antonio Prats Ventós y Constancio Bernaldo de Quiroz, la convirtieron en testimonio vivo del exilio español que pasó por República Dominicana, hasta el punto que hoy se le considera una fuente de primer orden, y sus testimonios forman parte de textos y documentales de proyección internacional.
Ugarte trabajó investigación histórica, fue miembro de la comisión técnica que preparó publicaciones del Centenario de la República en 1943-1944. Fue jefa de la división de Archivos, Bibliotecas y Mapoteca de la Secretaría de Estado de Relaciones Exteriores y dirigió el Boletín de esa institución.
En 1967 inició, paralelamente con sus funciones en El Caribe, una campaña de divulgación sobre el patrimonio cultural dominicano, su conservación, puesta en valor y restauración, que le mereció una cantidad de premios y