Alonso Mateo Chalas viste uno de los trajes y un sombrero de los que heredó de Joaquín Balaguer.<>
-DE EL LISTIN DIARIO, MATUTINO DOMINICANO-
Santo Domingo.- Alonso Mateo Chalas es un personaje pintoresco, siempre bien vestido, regularmente con alguno de los 42 trajes que heredó del presidente Joaquín Balaguer, de quien obtuvo como legado, no sólo su pensamiento político, sino también 22 docenas de camisas y 11 sombreros negros que el extinto líder reformista exhibía como parte de su personalidad.
Es de verbo fluido y recita como pocas frases de grandes pensadores de la humanidad, entre ellos algunos ex presidentes de Estados Unidos y famosos escritores, como Calderón de la Barca y “la vida es sueño”. Afirma que aprendió mucho cuando leyó uno de los libros que le regaló el ex presidente Balaguer: Los hermanos Karamazov, del escritor ruso Fiodor Dostoievski.
Mateo o “el fenómeno Mateo”, como le han bautizado muchos de los 178 diputados que componen la Cámara Baja, rememora sus años mozos y sin ningún tipo de vergüenza admite que fue un delincuente que se ganó varios años en las cárceles del país, con 36 fichas policiales por robo y un prontuario nada halagador que sólo un hombre del magnetismo de Balaguer, como él mismo afirma, podía influir en su vida para que dejara ese camino y se dedicara a la política dentro del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC).
Todavía reside en el sector Simón Bolívar y sus amigos los tiene en el barrio Capotillo de la Capital, donde residió parte de sus 43 años de vida, y hace gala, con orgullo, de que logró “sacar” a su madre de una cañada para llevarla a vivir en un apartamento en el sector Los Ríos, gracias a una vivienda que le asignó Balaguer.
“La vida es sueño”, proclama, haciendo algunas reflexiones sobre la prosa del eximio escritor español Calderón de la Barca, y añade que aprendió con Balaguer a leer literatura y buscar en los libros la sabiduría “que Dios no me dio a mí”.
Entre los libros que dice le donó el extinto líder reformista, Alonso menciona “Vidas paralelas: Alejandro Magno y Julio César”, de Plutarco, de los que ha aprendido que en la vida se tiene que avanzar siempre tomando el mejor ejemplo ajeno para superar las dificultades propias.
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