Thursday, January 24, 2008

Dicen republicanos EU superan demócratas en sexo


Servicios Google/El País Digital
Bill Clinton y Mark Foley

Por PABLO PARDO
WASHINGTON-. Después de los errores constantes de las encuestas políticas, llega una encuesta erótico-política. ¿Quién tiene más y mejor sexo: demócratas o republicanos?

En principio, uno pensaría que los primeros, al menos, ganan en cantidad (lo de la calidad es muy subjetivo). Al fin y al cabo, los demócratas son, en general, más permisivos y tienen una actitud más favorable al matrimonio homosexual. Desde luego, el fornicador más famoso de la política estadounidense (y mundial) es Bill Clinton, seguido de John F. Kennedy.

Claro que los republicanos, como dice el dibujante Tom Tomorrow, son "mojigatos moralizadores a los que repetidamente encuentran realizando los actos sobre cuya crítica han construido sus carreras políticas o que han tratado de prohibir". En los últimos quince meses los republicanos han demostrado por la vía de los hechos que, más que el Partido de los Valores (que es como se autodefinen), sí son el Partido de los Fornicadores:

Mark Foley (miembro de la Cámara de Representantes) ha tenido que dimitir por intercambiar emails con niños y adolescentes;

Larry Craig (senador por Idaho) está procesado por usar servicios de proxenetas;

David Vitter (senador por Louisiana) era un asiduo cliente de una red de prostitución (en este caso, con chicas) de Washington (algo serio en EEUU, donde la compraventa de actos sexuales es un delito);

El pastor evangélico Ted Haggard está a tratamiento para 'curarse' de su adicción al sexo (también de pago) con el proxeneta Mike Jones.

Ahora, más allá de las evidencias circunstanciales, tenemos una muestra científica (al menos, tanto como las encuestas que daban a Obama 9 puntos de ventaja sobre Hillary en New Hampshire) de que, efectivamente, los republicanos tienen más y mejor sexo que los demócratas. La revista Playboy ha llevado a cabo una encuesta "entre 900 estadounidenses, de entre 18 y 64 años" sobre sus orientaciones políticas y sexuales. Es todo un ejemplo de investigación profunda cuyos resultados dan un mapa sexual del país que inventó la industria de la pornografía y en el que, al mismo tiempo, el sexo anal fue un delito hasta 2004:

El 55% de los republicanos tienen sexo al menos una vez a la semana, frente al 43% de los demócratas. Los primeros también están mucho más satisfechos con sus vidas sexuales.

Los estadounidenses consideran que los mejores en la cama son los independientes, seguidos de los demócratas y, finalmente, de los republicanos.

El 55% de los que asisten a misa los domingos se consideran "sexualmente aventureros"

El Sur (la región más conservadora de EEUU, en la que ni Hillary ni Obama tienen apenas posibilidades) es también en la que más gente declara haber visto porno con su pareja (el 66%) y haber llevado a cabo fantasías eróticas con sus compañeros de cama (el 44%). En el Oeste (la otra región conservadora) es donde los americanos están más satisfechos con su vida sexual (el 44%). Aunque, en general, los más locos están en la Costa Oeste, un vivero de votos demócratas.

El 51% de los republicanos y el 67% de los demócratas han visto pornografía con su pareja

El 25% de los republicanos y el 33% de los demócratas han tenido más de 10 parejas con las que han tenido sexo ("en su vida, no al mismo tiempo", matiza Playboy)

Un 23% de los republicanos y un 24% de los demócratas estarían dispuestos a tener sexo en la Capilla Sixtina de la democracia estadounidense: el Despacho Oval de la Casa Blanca (lo que revela que lo que Monica Lewisnky y Bill Clinton hicieron ya se les había ocurrido a unos 75 millones de compatriotas). Bill Clinton y Ronald Reagan son los presidentes más atractivos; Richard Nixon, el menos.

Los votantes de ambos partidos pierden la virginidad en general casi al mismo tiempo (en torno al 80% antes de los 20).

Aparte, el sondeo tiene algunos otros hallazgos curiosos:

El 23% de los estadounidenses han tomado parte en un menage a trois

De los 7 pecados capitales, el que menos les preocupa es la lujuria.

Un 34% de los jóvenes consideran que el sexo oral no es sexo, sino simplemente una muestra de afecto.